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domingo, 10 de septiembre de 2017

Ya en la víspera.


Inicia el año electoral y la gran interrogante que cruza, no solo en partidos políticos sino en observadores y estudiosos de procesos electorales; tiene que ver con que si se podrá cumplir el principio de paridad obligatorio en la postulación de candidaturas en Puebla.
Faltan muy pocos meses para tener la respuesta, ya que este Principio se pondrá a prueba en nuestra entidad, en las elecciones del próximo año, y hay que observar meticulosamente, cómo y qué métodos ocuparán los partidos políticos para estas postulaciones.
Este Principio aprobado constitucionalmente en 2014, ha logrado incrementar el número de la representación política de  mujeres. En las elecciones de 2015 cuando por primera vez se aplicó, la Cámara de Diputados alcanzó un 42.4 por ciento de mujeres, cifra sin duda histórica que se aproxima a la igualdad.
La pregunta que frecuentemente nos hacen es si ¿En el PRI hay suficientes mujeres para ser postuladas? Claro que las hay. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene una larga historia de impulso al trabajo político de las mujeres y la capacitación de las mujeres ha sido una constante. En el PRI lo cuantitativo importa; pero en el mismo nivel de importancia está lo cualitativo y se está construyendo con responsabilidad.
Aun así,  el reto sin duda es mayor para todos los partidos políticos, más aún cuando esta inclusión política, no ha sido acompañada con cambios estructurales; no sólo al interior de los partidos políticos, también, hacia la sociedad en su conjunto.
En la reciente Asamblea Nacional, los Estatutos del PRI se reformularon armonizando en su totalidad lo que establecen las leyes electorales reformadas en el paquete político-electoral del 2014 en materia de mujeres, se incorporó también la violencia política; de manera que al interior de este partido político se han generado las condiciones normativas y regulatorias, para enfrentar el proceso electoral 2018.
Pero ¿El Estado poblano ha generado las condiciones que permitan esa inclusión de las mujeres en el ámbito de lo público para su desempeño? Me parece que ha sido omiso en muchas acciones de política pública que se debieron haber diseñado desde el 2014 año en que fue armonizado el Principio de paridad en la Constitución poblana. Y al contrario en lo político las mismas Instituciones del Estado poblano han violentado políticamente a las mujeres.
Ya lo he comentado, aún con todo el avance que significa una norma como ésta -paridad- si no se generan las condiciones a las mujeres para su inclusión; las resistencias y los obstáculos continuarán, muchos de los cuales -como hasta ahora- son vistos como “naturales” e incluso para muchas personas pasan inadvertidos.
Por ello sostenemos,  que la paridad debemos visualizarla,  más allá de lo electoral, para construir y establecer las condiciones que les permitan justamente llegar a situaciones de igualdad respecto a los hombres.
Y así se obligaría trabajar transversalmente para entender y atender la urgencia de esos cambios estructurales. Por ejemplo en lo laboral, la persistente división sexual del trabajo que dificulta a las mujeres políticas el manejo del tiempo; o en la parte económica, en la que las militantes tienen menos dinero para hacer política y poco acceso a fuentes de financiamiento.
Y estamos a la víspera de cumplir con el principio de paridad obligatorio en la postulación de candidaturas en Puebla. Veremos qué mecanismos y herramientas otorgarán los partidos políticos a las mujeres que postularán; pero también veremos, si desde las instituciones del Estado se reproducirá -como ya sucedió-  la violencia política contra las mujeres.
Palabra de Mujer Atlixco
@rgolmedo

rociogarciaolmedo.blogspot.com

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